Siento que, para la mayoría, soy esa persona que tiene todo en orden. En el trabajo me ubican rápido: la puntual, la que entrega bien, la que revisa cada detalle. Piensan que soy organizada, constante y que siempre tengo claro lo que hay que hacer. A veces noto que se apoyan en mí porque confían en que puedo resolver sin complicaciones. Mis amigos suelen decir que siempre estoy aprendiendo algo. Comentan que si no estoy en un taller, estoy por entrar a uno. Les gusta esa parte de mí que se mueve entre lo estructurado de mi trabajo y lo curioso de mis intereses. Para ellos, soy alguien estable que, aun así, siempre encuentra algo nuevo que explorar. Y creo que esa es la impresión que queda cuando mencionan mi nombre: una persona confiable, organizada y con una curiosidad que nunca se apaga.